¡Qué bonita es!

Todo estaba como blando, cálido. Las imágenes desfilaban por su mente tranquilas, algunas se apelotonaban, pero eran las menos. Una era la de Miguel repartiendo flores a todas en la oficina el dia de la mujer trabajadora. Odiaba los "días de..." pero en eso también era ella contra el mundo. Crecía el sueño, o no era sueño. Pero soñaba; se veía de niña saltando alegre con una pierna hacia adelante con la otra recogida hacia atrás, ahora cambiaba las piernas y la encogida saltaba y viceversa, repitiendo el saltito, cantando por la calle. Respira y empuja, ¡empuja!. ¡Qué bonita es!. Hoy no llora. Otra imagen que pugnó por salir y salió era la del beso a Ángel, era el primer beso serio, torpe, chocando los dientes, los ojos cerrados y llenos de ilusión hasta doler. Dolor. No sentia dolor. Sólo sueño. Sueño y un sabor acre en la boca. Eduardo la volvía a levantar como a un fardo. El puñetazo en la boca ya no lo sintió.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La mata?

Anónimo dijo...

María Lamata, es un personaje de una película... ¿de cuál?