Escribir mal


No me gusta escribir mal. Soy consciente de que bien bien no escribo, pero al menos me queda el consuelo de intentarlo. Hay quienes ni tan siquiera lo intentan. Sólo utilizan un registro, el de los HOYGAN, el chapucero arte de escribir sin arte ni normas. 

El origen puede estar (lo creo firmemente) en la carencia de educación y en la dejadez de los interlocutores. 

La carencia de educación no sería achacable a la escuela totalmente, ya que gran parte de la culpa está en la casa de cada cual. En los padres (sí, ellos también tienen que educar) que no corrigen
 a los hijos cuando hablan a ventosidades. De nada sirve un maestro o maestra preocupado porque los niños escriban sin faltas, cultivando el estilo de escritura, obligandoles a escribir, ... si cuando llegan a casa todo eso se diluye en "ven acá pacá". Sin salir de casa, otro elemento educador es la TV, que es quien "cuida" de los niños durante interminables horas ofreciendo en la franja horaria "protegida" (que sí, que existe eso) programas como ... bueno, la cadena que esté libre de pecado que tire su primera piedra. Programas donde el cuidado por los contenidos no supera al cuidado por el lenguaje utilizado.  Expresiones y coletillas que no tienen sentido o que directamente son incorrectas hacen que los niños, esponjas que todo absorben, las utilicen sin tener un conocimiento exacto de lo que dicen y mucho menos de si lo que dicen es correcto o no: "círculo de amigos", "a nivel de", "haber si nos vemos", "estuvistes - dijistes - ...", "habían muchas personas", "el jugador se viene arriba", "el jugador se viene al centro" como si el locutor estuviera sentado en el mismísimo centro,  etc., etc., etc. que hacen que se instale lo vulgar en una lengua de las más ricas sólo por una falta de interés o un analfabetismo funcional de determinados medios de comunicación.

Me decía una amiga que eso se puede entender como una evolución del lenguaje ya que una lengua no es algo estático y que precisamente lo que la enriquece es su dinamismo haciendo que nuevas palabras se incorporen al uso cotidiano. 
De acuerdo, pero una cosa es incorporar nuevas palabras, al diccionario o al uso corriente, y otra cosa es hacer un uso arbitrario de la lengua que hablamos.  Comentaba una profesora que en Francia se está perdiendo el subjuntivo, que la gente se entiende con el infinitivo y mecánicamente sustituye aquél por este haciendo su lengua cada vez más pobre. Si el uso cotidiano de la lengua se corrompe en unos años estaremos incluyendo en el diccionario cosas como "t k m" . No sé yo si eso es riqueza.

En cuanto a la dejadez creo que tiene que ver con la importancia que le damos los interlocutores a lo que escuchamos o leemos. El problema lo veo en que cada vez menos gente sabe cambiar de registro:  hablar con unos amigos o escribir haciéndose el gracioso no es lo mismo que escribir una nota de protesta en un periódico o blog o redactar un escrito de un correo electrónico a un amigo o una carta. Si quien utiliza su único registro de habla (y digo habla porque en este caso es una evidente prueba de la gente escribe como habla: mal) se viera obligado a ampliarlo o incluso a aprender otros porque los lecotres no le hicieran ni caso, otro gallo cantaría.

A lo mejor si un día leyeran un libro ...


3 comentarios:

Ana dijo...

¿Y no utilizar un sólo signo de puntuación también es evolución del lenguaje?

Olcadia dijo...

No, no es evolución. Además cada dos años la niña quedará embarazada del pelocho transgresor del 6ºC y a la abuela le volverán unas reglas dolorosísimas y gritará insultos vergonzosos por la ventana del patio interior hasta quedar embarazada por obra y gracia de su majestad la reina de Inglaterra(la madre) teniendo trillizos en un parto televisado por Tele5 con las mamachichos bailando a su alrededor.

Vamos, que yo pondría signos de puntuación.

$@ndR@ dijo...

yo ví un cartel en una tienda de Madrid: Habrimos los domingos...